En estos tiempos de Apostasía se ha perdido el amor a Dios. El pecado se ha adentrado a la iglesia y en muchas no se preocupan por sacarlo. Ponen por encima el dinero que esa alma puede dar a la iglesia, hacen de la vista gorda, ignorando aquello que Dios tanto aborrece.
Me sorprendo escuchar un testimonio que una hermana contaba. En una Iglesia en los EUU hay una Iglesia donde cuentan con un gran número de hermanos. Había un hombre tocando la batería. La condición de aquel hombre era tal, que era un adicto a drogas. Cuando al pastor de la iglesia le comunicaron lo que sucedía, avisándole que no era Santo que aquel hombre siguiera tocando la batería respondió: -Que lo saque Dios.- Hermano, si Dios le está diciendo que esto sucede es para que accione, para que interceda con celo en esta situación. En una iglesia llena de poder y de la unción, no habría que esperar a que viniera alguien a decirlo. El mismo Espíritu Santo lo revelaría inquitando el corazón en el primer instante. No me sorprendería que aquel pastor supuera en la situación en que estaba ese miembro. Pero si fue así me imaginó que para él pesaba más que fuera un buen baterista que un adicto a drogas. Penso primero en lo material, antes de lo que se estaba haciendo, profanar las cosas de Dios. Sino fuera porque la misericordia de Dios es nueva cada mañana, hubieran muchos casos como el de Ananías y Safira.
Como escribí hace un momento, los instrumentos, son dedicados a Dios, no para llevárelos a otro lugar a tocar música del mundo. Es impresionante escuchar que te digan que quieren aprender a tocar instrumentos, tocando la música del mundo.
En las iglesias se ve a veces, tanta falta de reverencia al Señor. Han perdido tanto el celo por la casa de Dios. Quiero mostrarles el nivel de respeto que debemos tener al templo y lo que hay en él. Un amigo me cuenta que cuando vivía con sus padres, una mujer fue a visitar su casa. Al salir de la casa, estando frente a ella (creo que cruzaba el portón, no estoy segura, ya pasó tiempo) encendió un cigarrillo. Tuvo que apagarlo al escuchar la voz de Dios que le decía que no podía fumar allí. Si eso fue frente a una casa de un hermano cuánto mas debemos guardar la casa de Dios.
Otra situación que enciende en mí el celo de Dios, es la forma en que van al templo. Quizás a algunos les parecerá ridículo, pero no concibo que vallan al emplo calzando como si fueran a la playa. De estas cosas pequeñas ya no se hablan, pero son importantes. Es comprensible en alguien que no conoce a Dios. Es comprensible con alguien que tenga una condición en los pies, o cuando es el único par de zapatos que tiene. ¿Te atreverías ir a una corte así? ¡Cuanto más la casa de Dios! En estos últimos tiempos de apostasía se ha perdido el temor a Dios, el respeto por su casa. El respeto por su casa debe ser más grande que el que se le pueda tener a una madre o un padre. Por último quiero añadir, si vas a leer revistas, no lo hagas en el templo y procura sobre todo, no ver revistas pornográficas en la iglesia. Es literal.
Jahaira A.
Hola. Muy bueno.
Bendiciones