El Señor ya nos lo advirtió
Hinn y Luna, son dos de los hombres que dicen ser portadores de la unción y del mensaje profético de Dios para estos últimos días. Alguien se preguntará, ¿pero cómo es posible que el Señor permita que esto ocurra?; y yo le responderé con la Biblia en la mano: “¡Es que el Señor ya nos advirtió que eso iba a ocurrir!”; pero el problema es que parece que no creemos a Su Palabra. Veamos en Mateo 24: 24;
El pueblo de Dios debe aprender a DISCERNIR, y no dejarse intimidar ni amedrentar por ese tipo de hombres. Esos hombres viven rodeados de tantas riquezas y abalorios porque el pueblo de Dios les regala el dinero que tienen, por creer que esa es la voluntad del Señor, cuando no lo es. Así de sencillo. Y además hacen de ellos el ejemplo a seguir, la meta a alcanzar. Se constituyen imitadores de ellos en vez de serlo de Cristo. Esos hombres son lo que han llegado a ser, porque el pueblo de Dios les ha dado pie; les escucha, les cree. ¡Es hora de que el pueblo de Dios discierna, y se aparte! (2 Ti. 3: 5)
El diablo multiplica el engaño
El Señor Jesús ya está a las puertas para llevarse a Su remanente santo, esa es la razón por la cual el enemigo está tan al acecho, buscando el que los cristianos se queden aquí ese día. Busca y trabaja (y muchos miles de hombres y mujeres suyos también) para que muchos creyentes no sean tenidos por dignos de escapar de todas las cosas que vendrán (Lc. 21: 36), e intenta engañarles con ardides, con mentiras como “lo nuevo de Dios”, la “nueva unción”, la “conquista de las naciones”, y la “prosperidad” sin límites, para que sus corazones se llenen de falsa fe, ambición y codicia, como la de sus maestros (2 Pr. 2: 22)